Antes de la negociación,
deberemos tener en cuenta algunos aspectos esenciales. Para esto será básico
acumular y analizar información, tanto de los agentes que participan en el
proceso como de cualquier aspecto que pueda llegar a influir en el resultado
final de dicha negociación.
1-Análisis de motivaciones y necesidades
Cuando afrontamos una
negociación debemos estar preparados para predecir el desarrollo de ella y, por
lo tanto, para comprender como y por qué cada una de las personas involucradas
se implican. Pero la cuestión es cómo
hacer un análisis adecuado de las motivaciones y recursos que presentan
las distintas partes de la negociación. Este es un paso imprescindible para una
buena preparación de una negociación.
Es necesario que defina
claramente cuáles son sus intereses y motivaciones, y que no lo haga durante el
propio proceso de negociación. Hay que entender los intereses y motivaciones de
la otra parte, esto le permitirá dirigirse en la negociación hacia lo que
efectivamente le interesa.
Al tener claros los
recursos que estarán en juego en la negociación podré intuir cómo se
desarrollará el proceso, si de forma integrada o competitiva. Si por ejemplo
deseo bajar los precios de mi proveedor y éste está dispuesto a hacerlo siempre
y cuando se aumente el número de transacciones entonces estaremos en un proceso
en que las dos partes desearán cooperar. Sin embargo, si no existe otra
posibilidad más que discutir el precio del producto nos encontraremos en una
posición de confrontación. Es importante saber de antemano de qué tipo de
proceso se tratará para preparar la negociación correctamente y evitar
sorpresas durante su desarrollo con cuestiones no previstas.
Puesto que en una
negociación suelen intervenir dos o más personas por cada parte y debido a la
existencia de gran cantidad de funciones dentro del proceso de negociación lo
ideal es dividirlas:
Dirigir: Asígnele la tarea a quien tiene mayor experiencia en
su grupo, al gerente de compras si trata con proveedores. Es quien dirigirá
la dirección de la negociación a una conclusión.
|
|
Sintetizar: Lo debe hacer quien ayuda a quien dirige. Así,
le da tiempo al director para retomar la negociación cuando ve que sus
proveedores, por ejemplo, le están poniendo en aprietos.
|
|
Observar: Es tarea de quien menos interviene, pero es
quien está atento de la otra parte, de cómo reacciona y de sus posibles
debilidades. Informa a sus compañeros de si una oferta nuestra puede haber
resultado interesante o no, de si hay división entre la otra parte, etc.
|
2- La definición y priorización de objetivos
Debemos aclararnos y
definir qué es lo que pretendemos de la negociación, y eso se debe hacer antes
de afrontarla, analizando la situación en la que nos encontramos y definiendo
la situación a la que queremos llegar. Las peticiones deben precisarse de una manera concreta.
Una vez concretados
nuestros intereses, debemos priorizarlos. Cuando iniciamos un proceso de
negociación hemos de ser conscientes de que seguramente no podremos conseguir
todo lo que queremos. Por este motivo se debe dar preponderancia a uno de los
objetivos sobre los demás. Se deben tener claras las prioridades antes de
entrar a la negociación, de esta forma nos podremos centrar mucho mejor en
aquellos puntos que más nos interesan y descartar los objetivos más secundarios
en las concesiones que hagamos durante la negociación.
Después de priorizar
nuestros objetivos trataremos de imaginar cómo se desarrollará la negociación.
Nos podemos preguntar qué intereses podemos dejar en el camino y cuáles no, y
también haremos lo mismo respecto a los intereses de la otra parte;
imaginaremos qué puntos priorizará y si éstos coinciden con nuestros objetivos
principales. Todo este proceso se debe realizar antes de iniciar la
negociación, pues en el calor de la misma no se podrán discernir correctamente
estos puntos.
3- La definición de los límites
El arte de la negociación
consiste en gestionar el proceso para llegar a un acuerdo. Para ello, el
negociador debe establecer una estrategia flexible que permita prever los
planteamientos y los movimientos de ambas partes. En cambio, afrontar la
negociación con un planteamiento inflexible y rígido puede llevar a una
situación difícil de superar.
Elabore las posiciones
que va a tomar ante la negociación:
La salida: Es la
postura inicial que deberá proponer. Si la posición es de comprador debe ser
menor al precio esperado; si la posición es de vendedor, mayor.
|
|
Mejor objetivo: Es por
lo que se está esforzando. Éste deberá ser lo más alto posible de sus
pretensiones, pero sin llegar a ser irreal.
|
|
Acuerdo esperado (g): Es
lo que cree que es realmente justo, sin ganar ni ceder demasiado.
|
|
Límite de ruptura (g): También se denomina precio de abandono. Constituye
la medida mínima que se pretende durante la negociación. Si es menor ya no
sería conveniente llegar a un acuerdo.
|
|
Cuanto más amplias sean
las posibilidades de negociación, mayor será la probabilidad de llegar a un
acuerdo, ya que tendrá más flexibilidad en sus posiciones. Igualmente, las
posibilidades deben ser realistas para no predisponer negativamente el
proceso de negociación.
|
Después de delimitar sus
límites, trate de intuir las posibilidades del otro negociador, con el que
quiere llegar a un acuerdo.
4 – La importancia de la información
Ante una negociación, es
básica la obtención de información relacionada. La información ayuda a evaluar
cómo se va a llevar a cabo el proceso negociación. Antes de empezar la
negociación se recomienda analizar los siguientes aspectos de su contrincante:
Situación actual: ¿Cuánto le urge llegar
a un acuerdo? ¿Tiene capacidad de respuesta?
|
|
Historial de sus relaciones: ¿Cómo han
sido nuestras anteriores negociaciones? Si es la primera vez que negociamos
juntos, ¿cómo lo ha hecho con otros similares a usted?
|
|
Estilo de negociación: ¿Es agresivo,
lento, cauto, empático?
|
|
Personalidad del negociador: ¿Es
impetuoso o reflexivo?
|
|
Motivaciones: ¿Son puramente comerciales
o también hay afectivas? ¿Está muy ansioso?
|
|
Nivel cultural: ¿Prefiere argumentar y
debatir o le gusta ir al grano?
|
5- Análisis del entorno de la negociación
La
preparación de una negociación incluye establecer un espacio adecuado para la
realización del proceso. El entorno de la negociación debe tener en cuenta
tanto aspectos físicos como subjetivos (por ejemplo, un ambiente que favorezca
el marco apropiado para la negociación).
Si
pretendemos extender la actividad de nuestra empresa a una ciudad y debemos
comprar un inmueble para nuestra nueva sede, hay que planificar cómo
contactaremos con los distintos vendedores, dónde nos reuniremos, cuánto tiempo
dedicaremos a cada uno en la negociación, de qué discutiremos en cada una de
nuestras reuniones, etc.
La
negociación es una alternativa al conflicto de intereses. Si pretendemos
conseguir un objetivo y dependemos de otra parte, debemos tratar de que esa
parte se sienta bien.
Así
pues, antes de empezar la reunión, debe planificarse todo aquello que vaya a
hacer que las partes de la negociación se sientan a gusto y que facilite la
reunión.
Definir la situación supone
informar o convenir con la otra parte la verdadera finalidad de la reunión que
se va a tener, si por ejemplo se celebrará una sola reunión definitoria o se
mantendrán una serie de reuniones exploratorias. Siempre es necesario tener en
cuenta al definir la situación nuestros objetivos y los posibles intereses de
la otra parte.
-Presentación de los grupos de trabajo
en la negociación.
|
|
-Delimitar claramente los temas que
tratar.
|
|
-Tratamiento de cada uno de los asuntos
a negociar
|
|
-Conclusiones.
|
|
-Acciones convenidas que seguir.
|
6 – La lista de comprobación o chequeo
Cuando
nos enfrentamos a una negociación debemos tener en cuenta que no hay que
dejar el menor espacio posible a la improvisación.
Los
negociadores hábiles y experimentados a veces nos querrán hacer creer que no
han preparado las reuniones, que se manejan por su instinto. Eso no es
correcto, quizás la experiencia les permita perder menos tiempo en preparar la
negociación, pero su éxito se basa en haber planificado todos sus pasos.
Cuando nos preparamos para
una negociación debemos recabar información sobre la otra parte, pero también
sobre nuestros propios intereses. Antes de dirigirnos a la negociación
propiamente dicha es imprescindible comprobar si hemos buscado toda la
información necesaria para tener la mayoría de nuestras presunciones
confirmadas.
Seguramente, al repasar la
información que teníamos recopilada para la negociación habremos incorporado
nuevos datos. Esta nueva información deberá de contrastarse con la definición
de objetivos y límites.
Tanto si hemos cambiado
nuestros límites como si hemos agregado información sustanciosa, debemos
repasar el proceso de concesiones que habíamos planeado en la negociación. Esto
afecta tanto a los recursos que estamos dispuestos a dar, como a los
razonamientos que expondremos en la negociación.
A veces
es muy conveniente realizar una prueba de cómo llegará a ser la negociación.
Una buena posibilidad es que una persona de su grupo actúe como si fuera la
otra parte.
Por
ejemplo, se puede hacer una representación en la que un compañero de su grupo
de trabajo puede hacer de representante de una aseguradora y usted de cliente.
1 comentario:
Vitami por fin de vuelta! Mítico!
Publicar un comentario