5 de septiembre de 2007

La terciarización de la economía mundial


Se consideran terciarias aquellas actividades que no suponen ni la explotación de la Naturaleza ni la transformación industrial. Este tipo de actividades sólo cobran importancia a partir de un determinado nivel de progreso, aquel que permite dedicar menos esfuerzo a las tareas propiamente productivas.

El gran desarrollo de las actividades terciarias ha estado ligado a la propia dinámica de la acumulación autocentrada del capital que con el desarrollo de las fuerzas productivas y la divisón internacional del trabajo agrícola e industrial ha reducido la necesidad del trabajo productivo material a las poblaciones de los países del Centro. Esto ha llevado a hablar de sociedades postindustriales con un predominio de la producción de servicios sobre la producción de productos materiales. Mientras esto ocurre en el Centro del Sistema, en el contexto de la Periferia se habla de hipertrofia del sector terciario.

La terciarización se explica como parte de la infraestructura de una sociedad porque es tanto resultado como mecanismo regulador del progreso de dicha sociedad que, a su vez, es el que caracteriza la infraestructura social. Así, los distintos niveles de terciarización se basan infraestructuralmente en niveles de progreso diferentes.

Los costes de las infraestructuras necesarias para el progreso terciario son de una magnitud considerable, y de ahí que el capital privado, que utiliza a su beneficio los servicios, deja en manos del Estado las obras y servicios públicos.
Todos los contribuyentes le pagamos al estado una cantidad de dinero que será invertida en la educación de la población y de la que benefician el capital privado con directamente con la cualificación de los trabajadores.

Una modo de definir el trabajo productivo es: en la sociedad capitalista el trabajo productivo será aquel que proporciona ganancia al capitalista. Es decir, la productividad o no del trabajo se define por el criterio de la rentabilidad, no por la materialidad. Por lo tanto una actividad terciaria puede ser productiva.

El desarrollo capitalista en el Centro del Sistema


Abordaremos aquí las características estructurales de las economías que se han convertido en el Centro del Sistema.


DESARROLLO AUTÓNOMO, ARTICULACIÓN SECTORIAL Y MERCADO INTERNO


El funcionamiento interno del capitalismo constituyó el Centro del Sistema Capitalista Mundial a través de la expansión exterior (imperialismo) de las potencias coloniales durante la fase de capitalismo monopolista de base nacional.
En el Centro el capitalismo funciona de una forma concreta cumpliendo las siguientes características explicadas a continuación:

1-Desarrollo autónomo del capitalismo nacional.
Fue el propio desarrollo histórico de cada uno y no la imposición exterior la que llevó al desarrollo del capitalismo. Al principio luchó con el feudalismo y después de las victorias políticas en las revoluciones en Inglaterra y Francia se extendió al resto de países centrales. La composición de clases sociales es hoy distinta entre centro y periferia puesto que en el primer caso el desarrollo se asentó entorno a clases sociales típicas del capitalismo, burguesía y proletariado. El capitalismo monopolista de base nacional se consolidó gracias al desarrollo cíclico de la fase concurrencial del capitalismo.

2-Formación de un mercado interior y articulación sectorial.
La acumulación de capital sucedió sin problemas dentro de estas economías internas protegidas del exterior sin más obstáculos que los intrínsecos al ciclo económico. La proporcionalidad entre el sector medios de producción y medios de consumo da lugar a una plena articulación sectorial con un tupido tejido industrial interconexionado. Esta articulación desembocó en una mayor diversificación de la producción y con la aplicación de la tecnología como técnica ahorradora de trabajo al crecimiento de la productividad. Por lo que este desarrollo de las fuerzas productivas generó progreso en la infraestructura de estas formaciones sociales.

3-Expansión exterior.
El tener un mercado limitado empujó a estas sociedades a expandirse al exterior (imperialismo) para apoderarse de los recursos naturales y económicos de las colonias para ponerlos al servicio de la acumulación en las metrópolis. La competencia intercapitalista impuso la rivalidad interimperialista. Desde el Centro se articula la dinámica del Sistema ya que éste es un producto de su Centro. Son las políticas del Centro las que establecen las necesidades diversas de su reproducción y son aplicadas al resto del Sistema.

4-El desarrollo socioeconómico.
La dinámica del capitalismo autocentrado ha llevado al desarrollo socioeconómico (progreso, industrialización, terciarización moderna, alto nivel de vida, regulación interna controlada por el Estado y en algunos casos la vigencia del Estado del Bienestar). Los estados nacionales empiezan a ser un obstáculo para la continuación del proceso de expansión mundial del capitalismo dado que lo que está en formación es un nuevo mercado interno mundial. Es por lo tanto cuestionable a largo plazo la pervivencia de la configuración del Centro del Sistema como un conjunto de países. Más bien hay que pensarlo en términos de los espacios mundiales en los que tiene lugar la articulación autocentrada lo que está suponiendo ya un proceso de regionalización multipolar, con varios centros y sus correspondientes periferias.


EL CAPITALISMO MONOPOLISTA Y LA ABSORCIÓN DEL EXCEDENTE


En la fase monopolista del capitalismo se supone la sustitución, como agente principal en el proceso de acumulación, del empresario-capitalista individual por la Gran Corporación.

La gran corporación

Tipos de empresas monopolistas: Empresas con integración vertical, empresas con integración horizontal, empresas con control de una hilera.
Formas de monopolizar un mercado: Pacto entre caballeros, cártel (geográfico o de precios), holding (forma habitual utilizada por los bancos) y trust (fusión de todas las empresas de una rama en una sola).

En el ámbito del mercado, la sustitución de la libre concurrencia por el capitalismo monopolista significa que los mecanismos de formación de precios y salarios ya no se explican por las teorías de competencia perfecta puesto que millones de pequeñas y medianas empresas dependen de alguna forma de cientos de grandes corporaciones que ejercen un efecto de dominio sobre el conjunto de la económico. Por ello la negociación colectiva se hace a través de instituciones que constituyen el poder compensatorio del poder de las corporaciones, son por lo tanto el nuevo mecanismo de regulación. Este nuevo mecanismo es necesario porque el capital monopolista supone un incremento extraordinario de la productividad y del volumen de producción, a la vez que se compite fundamentalmente reduciendo costes. Por ello, la ley característica del desarrollo del capitalismo monopolista es la del aumento del excedente.

La creación y absorción del excedente

En las grandes corporaciones tienen una constante presión al alza de la productividad, que combinada con el crecimiento de la productividad da lugar a un crecimiento rápido de excedente de mercancías, éstas, una vez transformadas en dinero en el mercado, dan lugar a un incremento creciente del volumen de capital invertible.

En la racionalidad del capitalismo se exige que el excedente obtenido sea utilizado para obtener más excedente, la contradicción es que en el capitalismo monopolista no se usa siempre el excedente con ese fin. Existen en éste tres mecanismos para absorber el excedente: el consumo improductivo, la inversión productiva (la forma racional según el modo de producción capitalista) y el despilfarro. Ni el consumo de los capitalistas ni la inversión productiva en medios de producción, salarios, exterior o interior, son suficientes por sí solas para absorber la totalidad del excedente creciente, es por ello que la forma que usan es el despilfarro (si no gastaran todo ese excedente una parte de este permanecería sin realizar y provocaría el colapso de la acumulación). El despilfarro es el uso de recursos productivos que incrementan el coste de la producción sin aumentar el valor de las mercancías. Un gasto en despilfarro típico serían las inmensas campañas de Nike, si bien estas no añaden ningún valor al producto sí que repercuten en el precio de este puesto que la campaña de ventas se incorpora al coste de comercialización.

Aquí va una parte que me gusta especialmente… el consumismo de masas

Puesto que el capitalismo produce a gran escala necesita que las personas, los consumidores, compremos a gran escala. Desaparece pues la soberanía del consumidor y en su lugar aparece el consumismo. El consumismo consiste en que se compra no porque se necesiten las mercancías, sino porque las corporaciones tienen que vender… para ello cambian los métodos de venta: incremento de la publicidad, imperio de la moda, recambio rápido de productos, baja generalizada de la calidad de los productos cuya duración es cada vez menor, creación de nuevas necesidades, en muchas ocasiones artificiales, que muevan el mercado, aumento del número de productos que satisfacen la misma necesidad


EL ESTADO DEL BIENESTAR Y LA CRSIS FISCAL DEL ESTADO


El estado juega cada vez más un papel central en la regulación de los procesos de acumulación. La capacidad de crecimiento de los ingresos del Estado está limitada, no pueden incrementar más allá de un cierto límite los impuestos ni convertir la sociedad en no capitalista para generar más ingresos con empresas estatales metidas en muchos sectores. Como gastos, el estado tiene gastos sociales, gastos vinculados a la producción o al proceso económico en general, gastos financieros y gastos militares.

A rasgos generales el Estado debe cumplir al menos dos funciones:

-Permitir, asegurar y facilitar la acumulación del capitalismo monopolista neoimperialista.
-Legitimar esa primera función en la conciencia social, de tal manera que aparezca como ‘Estado de todos’ y no como un instrumento de una sola clase o grupo social.

Los gastos sociales están asociados a estas dos funciones.
El Estado del Bienestar, por una parte, socializa y asume actividades no rentable para el capital u, por otra, subvenciona y ofrece servicios a los ciudadanos para aminorar las contradicciones sociales.

La crisis fiscal del estado se debe a que existe una tendencia a que los gastos del Estado crezcan más rápidamente que sus ingresos. Está por este motivo en cuestión la funcionalidad de la actuación como regulador y potenciador de la acumulación monopolista en el nuevo marco de la mundialización.

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